Cosmovision SHUAR
Cosmovisión "SHUAR"
Capitulo. I
Su hábitat, la historia, el medio ambiente, el aspecto físico, social y la situación actual en la que se encuentra el pueblo Shuar.
Pueblo Shuar, es de carácter etnográfico, antropológico y sociológico.
En la cosmovisión del pueblo Shuar no existen las concepciones de historia y de tiempo lineal que son necesarias para elaborar la historia de un pueblo, razón por la cual, al preguntar a los Shuar sobre su historia generalmente responden con su mitología; sumado a esto también se puede anotar como razón para no tener un registro claro de los hechos históricos que en el pueblo Shuar hay ausencia de escritura.
Tsantsa: Reducción de cabeza |
La caza: de animales y aveces silvestres |
Agricultura |
La bebida "LA CHICA" |
Una hipótesis en la que varios investigadores coinciden es que los Shuar pueden descender primitivamente de un grupo japonés, esta conjetura se basa en las similitudes lingüísticas que existen entre estos dos idiomas, “Examinando el abundante material recogido, parece que puede llegarse a la conclusión de que muchas palabras jíbaras son comunes con la lengua japonesa:
SHUAR "AND" JAPONES |
Entorno físico:
La cultura Shuar habita en el oriente ecuatoriano, ocupando territorios de las provincias de Pastaza, Zamora Chinchipe y principalmente de la provincia de Morona Santiago (aquí se ubica el mayor número de población Shuar). Según datos del censo del 2001 la población Shuar de Morona Santiago es de 43.360 habitantesGeografía:
La Provincia de Morona Santiago presenta condiciones ambientales típicas de la región Amazónica de nuestro país. Existe una escasez de montañas de gran altura, hay una abundancia de ríos “corrientosos”. Además presenta una vegetación espesa; un terreno húmedo por las altas cantidades de precipitaciones que se producen durante todo el año.
División Política
La provincia de Morona Santiago se encuentra dividida
en 12 cantones:
•Morona
•
Limón Indanza
•
Palora
•
San Juan Bosco
• Huamboya
• Pablo Sexto
•
Sucúa
•
Gualaquiza
• Santiago
•Taisha
•
Logroño
•
Tiwintza
Situación Actual
En la actualidad la cultura Shuar se encuentra
afectada por una cultura dominante, la cultura mestiza
o colona que en diversas
formas ha prevalecido sobre los Shuar.
En cuanto a la demografía a nivel general podemos decir que. “Hasta la década del 50 la Amazonía estaba habitada principalmente por población indígena. En la actualidad esta situación se ha modificado, hoy los indios constituyen apenas el 30% de la población de la región, el 70% son colonos…” (Vázquez y Saltos, 2007: 156). Situación que recalca la situación de dominio cultural anotado anteriormente.
En cuanto a la relación de los Shuar con su entorno
anotaremos que, se han visto obligados a cambiar la forma histórica de la utilización del terreno.
Ancestralmente los Shuar han sido nómadas y en consecuencia han estado acostumbrados a sobre explotar el
territorio en el que habitaban temporalmente y
luego migrar hacia otro lugar en donde
actúan de igual forma, este proceso se repetía
constantemente; el problema con este sistema de vida se da al momento en el que los colonos llegan a su territorio y se empiezan
a establecer límites
y propiedad privada,
situación desconocida para los Shuar;
es por eso que se han visto obligados en primera instancia a
migrar hacia tierras ribereñas y la selva baja, ya que por sus características de poco drenaje
y de áreas inundables, estas zonas no son “apetecidas” por los colonos,
evitando así la “invasión” de ellos, y posteriormente a adoptar el sedentarismo como forma de vida; otra situación que los
obligó a migrar fue que los colonos vinieron a esta zona con otras ideas de explotación de la tierra –otras formas de
agricultura y la explotación minera- y los Shuar
se vieron afectados por la contaminación de su entorno natural.
Capitulo. 2
Los roles que se les asigna a hombres y mujeres, sus mitos, a través de los cuales se transmiten las concepciones que tienen de las deidades que forman para sus creencias religiosas, cantos rituales (anent) y cotidianos (nampet).
LA COSMOVISIÓN HOMBRE-MUJER EN LA CULTURA SHUAR.
Para descubrir cuál es el habitus de la cultura Shuar
es necesario tener en cuenta los
aspectos que le atañen a la mujer frente al varón; para lo cual tenemos que basarnos en el análisis de la
tradición oral (mitos, leyendas, cuentos, anent y nampet) de dicha
cultura.
En la cultura Shuar la tradición oral tiene gran importancia pues, es a través de esta que se transmiten conocimientos, pensamientos, leyes morales, costumbres, creencias, etc. que se expresan y transmiten por la vía oral y que definen su diario vivir.
Mitología
En los mitos están plasmadas las concepciones del universo, (comprensión del mundo natural,
sobrenatural) más profundas
de una cultura, es decir, los
elementos substanciales de la identidad
de un pueblo. Lo que da como consecuencia
la organización del mundo social.
La mitología dentro de la cultura Shuar es de mucha
riqueza y de suma importancia para su vida diaria, pues son éstos los que norman todos los actos
de su cotidianidad. En palabras
de Jimbicti “los mitos señalan
sus obligaciones, costumbres, tabúes, la caza, la pesca, la
guerra, las intimidades de la vida, de la muerte y la reencarnación” (Jimbicti, 2004: 3). Una clara muestra de esto, lo observamos
en la poligamia pues si está permitida, mientras que la poliandria está prohibida y esto se da porque la mitología
Shuar así lo dice.
Al respecto algunos investigadores de la cultura Shuar sostienen “lo mítico nos da normas de comportamientos, moralejas, consejos para nuestra vida, viene a regir nuestra conciencia, legalidad, nuestro comportamiento sacro” (Chiriap, 2002: 105) y, por otro lado se señala que “los mitos determinan las categorías específicas de la identidad masculina y femenina Shuar” (Napolitano, 1988: 7).
Las Deidades Femeninas Y Masculinas
Las creencias religiosas de la cultura Shuar determinan que existen ‘deidades especializadas’, es decir, que hay determinados seres míticos para cada tipo de actividad. Dentro de la cosmovisión Shuar hemos encontrado las siguientes deidades:
Arutam
Es la principal deidad de los Shuar. Es una fuerza poderosa que se la encuentra en las cascadas, llamadas “Tuna”; esta deidad no es ni masculina, ni femenina, pues es una fuerza incorpórea. Es la que otorga poder para ir a la guerra y a la selva; además da mejor vida en el hogar. Se invoca sus poderes al adentrarse a la selva y preparar una ceremonia para ello.
Hace no más de cuatro décadas, todavía se preparaba una ceremonia para ir a la guerra y practicar la tzantza, para lo cual se pedía permiso a Arutam; estas actividades eran permitidas únicamente a los varones de la comunidad, por lo tanto los anent (plegarias), preparados para estos fines, son generalmente de conocimiento de los varones, siendo ellos los que más relación mantienen con la deidad, sin desconocer que por ser la deidad principal también tiene gran importancia entre las mujeres Shuar. Otra ceremonia de invocación a Arutam, es el rito de iniciación. Arutam se suele presentar ante sus fieles en forma de tigre, águila o boa, cuando consumen Ayawaska. Además de Arutam hay otras deidades de menor jerarquía.
Etsa
Es la deidad que representa al sol; es el especializad en la cacería, es el dueño de los animales y el que libera a los hombres de las malas inclinaciones. Se lo invoca antes de salir de casería con anent, para implorarle que atraiga más animales. Según la mitología Shuar, él había venido como humano al mundo y fue una persona con poderes pues hacía una especie de ‘milagros’. La cacería es una actividad netamente masculina, por lo tanto los anent también son conocidos únicamente por los varones, quienes preferentemente guardan relación con él. Nandu es su hermano y es la luna, se lo relaciona con el tiempo pero no tiene gran importancia entre los Shuar.
Shakaim
Es el dueño de la selva y el que enseña el trabajo a los varones. Se le invoca con anent para pedirle permiso cuando se quiere hacer una huerta o cortar un árbol, si no se hace así, el espíritu malo de la selva o del árbol puede revertir para la persona que lo hizo. El varón es el encargado en preparar el terreno en donde se va hacer la huerta y son ellos los que invocan a Shakaim.
Tsunki
Und tsunki es el mayor y es de carácter masculino y uchik tsunki es su hija a la que se le transfunden sus poderes y es a ella a quien se invoca con anent para la pesca. Son las deidades de las aguas y los dueños de la riqueza acuífera; son también amigos de los shamanes. Por lo tanto, los shamanes y los aspirantes son quienes lo invocan para pedirle poderes durante la ceremonia del Ayawaska. A él no se lo puede ver, pero él si ve a los shamanes; se dice que vive dentro de los ríos grandes y que posee boas, lagartos, tortugas, etc. El shamanismo es una actividad tradicionalmente masculina (aunque últimamente hay unas pocas mujeres que están incursionando en este campo); es por ello que, los anent son manejados por ciertos hombres de alta jerarquía dentro de la comunidad y son ellos los que mantienen relación con este ser mítico. A esta deidad también se le invoca para la abundancia en el momento de pescar; esta actividad es también exclusiva de los varones.
Nunkui
“Esta palabra viene de dos raíces: nunk(a),=tierra y Ui, =en; que significa en la tierra" (Jimbicti, 2004: 3). Es considerada la madre del pueblo shuar. Existen dos Nunkui: Und Nunkui (Nunkui grande) que es la madre y habita en el subsuelo especialmente en lugares en donde hay arcilla de buena calidad apta para hacer vasijas; ella tiene dos hijas Atzu y Uchick Nunkui (Nunkui pequeña) a quien trasfunde sus poderes, ella también habita debajo de la tierra pero ella en cambio en tierras que son fértiles para la agricultura. Estas son deidades de carácter femenino y son las que han transmitido a las mujeres todos los conocimientos que tienen para realizar las tareas que les son asignadas, es el caso de la agricultura y la elaboración de vasijas; es también la que dá bonanza en las actividades realizadas. Es la dueña de los productos de la tierra, desde donde hace que los productos sean de buena calidad, pues se dice que la mujer que tiene una buena huerta es porque es querida y apreciada por Nunkui. Se le invocan con anent durante el camino para ir a la huerta y que permita el ingreso a su espacio, para que sean buenas las cosechas y que no se remonten de malas hierbas. Las actividades de la huerta son generalmente actividades femeninas, es por ello que son las mujeres las que dominan estos anent y por ende las que mantienen más relación con su diosa. Se dice que Nunkui aparece cuando hay en una crisálida de mariposas, por eso las Shuar tienen mucha alegría pues este es el símbolo de haber encontrado a Nunkui; otro símbolo asociado con Nunkui son los nantar o piedras sagradas, porque se cree que estos son los ovarios de Nunkui y representan la fecundidad.
Ayumpum
Es el dios que da la vida a los muertos haciéndoles nacer nuevamente; es una
deidad de carácter masculino, pero sus poderes son invocados por hombres y mujeres.
Uwí
No es una deidad, sino es una fuerza relacionada con el tiempo y con el año solar, es el que se encarga de renovar cada año el ciclo vital de los hombres, animales y plantas. Es de carácter masculino sin embargo, es invocado tanto por las mujeres y varones de la comunidad.
Iwia
No es una deidad, sino es una fuerza maligna, un
hombre gigante que en la antigüedad
se comía a los Shuar; ahora se lo identifica con los animales salvajes y con los shamanes malignos. No es uno solo
sino son varios. El Iwia es de gran importancia
en la cotidianidad de los Shuar, pues, es muy temido por su poder de hacer el mal a las personas de la
comunidad. A pesar de su carácter maligno es
reconocido entre ellos ya que esto conlleva
a una dualidad que permite
que eventos buenos sucedan producto
de los actos malos del Iwia.
Para alabar o invocar a estas deidades se cantan anent, no se hacen ceremonias colectivas, las plegarias se las hace de forma individual y personal. Los anent se transmiten de madre a hija y de padre a hijo, no porque exista una regla establecida de que así sea, sino porque son las niñas las que acompañan a sus madres en sus actividades y lo mismo sucede con los niños; en el acompañamiento se escucha y, al mismo tiempo, se aprenden los anent.
Educación de los hijos
Este es un trabajo otorgado a la mujer; ella es la encargada del cuidado de los niños varones y mujeres desde su nacimiento hasta que tienen 8 años; que es cuando el padre se hace cargo de la educación de los hijos varones para enseñarles cuáles son sus actividades, por ejemplo la caza, la pesca y los rituales correspondientes a los varones principalmente el de la Tuna Karamta, o cascadas sagradas, que es en donde los varones reciben los poderes que les trasmite Arutam, es para el padre muy importante inculcar a sus hijos en este ritual de iniciación masculina. Las hijas, en cambio son inculcadas por sus madres a las actividades que les corresponde como son el cuidado de la huerta, la elaboración de alimentos, utensilios de cocina, la alfarería y el mito de iniciación femenina Nua Tsankram; de esta manera se transmiten los roles a varones y mujeres de la comunidad Shuar
Trabajo de la mujer en la huerta
La mujer en la cultura Shuar se dedica al trabajo en
la huerta, para ello la actividad comienza
muy temprano, antes de que salga el sol. Al entrar a la huerta
la mujer tiene que avisar a Nunkui sobre
su llegada para que así ella no se asuste; luego
de esto viene la limpieza de la huerta además, se siembra y se recoge los productos. Es en este momento se cantan los anent correspondientes.
Alfarería
Primero la mujer va a sacar la arcilla, luego la lava
en el mismo lugar en donde la encuentra para no ser maldecida. Una vez recogida
la arcilla se deja por lo menos 15 días para que así la arcilla se escurra y se seque, cuando está seca en la casa la mujer limpia la arcilla,
saca las piedras y las hojas que esa tiene. Una vez limpia se empieza a hacer la base, y al final se pule con
una semilla llamada kuish.
Los hombres pueden estar presentes en la elaboración pero no pueden tocar la arcilla, ya que se tiene la creencia de que si lo hacen sus órganos genitales se mueren, no les funciona y no pueden reproducirse.
Cacería
Para salir de cacería el hombre Shuar se prepara dos días antes. La preparación consiste en tener todos los objetos necesarios listos es decir, se limpia la bodoquera, se pone veneno en las puntas de las saetas, se coloca ceibo a la aljaba, se prepara a los perros, se afila el machete, se recolecta leña (para la candela; al igual que en el trabajo de la huerta, el fuego y el humo son una forma de comunicación entre el hombre y sus “Dioses”). Etsa da la fuerza al hombre, mientras que Shakaim es quien enseña cómo ir de caza. Se puede aprender a cazar desde muy pequeño, y se dice que a los 12 años la persona ya debe saber cazar de todo.
Chankin
Una actividad que es de la mujer
es la de cargar todo tipo de cosas, para
esto se sirve de una chankina que es una canasta, pero es muy curioso ya
que la elaboración de estas canastas
es una labor del hombre (aunque ahora la realizan también las mujeres). En este objeto se traen los alimentos de
la huerta, de la cacería y otros productos
de la selva.
El varón que realiza la chankina tiene que cumplir con
algunas normas para que esta tenga una buena forma; una de ellas es no tocarse la oreja, para que en el momento de la tejida no salga torcida,
la forma correcta es redonda; otra norma es
no tocarse la garganta, ya que si se toca también puede torcer salir alargada. Cuando está bien tejido no tiene ninguna deformación.
Pesca
La pesca es una actividad
que la realizan los hombres,
desde muy pequeños
aprenden las técnicas
necesarias para esto.
Para la pesca se emplea
un instrumento llamado Washim,
este es un artefacto trampero que sirve para atrapar fácilmente todo tipo de peces. Para su elaboración se emplean los siguientes materiales: el shimpi que es una palmera, el ampakai (igualmente es una palmera), el
kunguki que siempre se lo sostiene mitad por mitad, también el pindo que es una caña que existe
en el medio y también
se la divide en dos. Todos estos materiales se los amarra entre sí.
Construcción de casas
La construcción de las casas está a cargo de los
hombres. Como punto de partida
buscaban un terreno que sea firme y en donde hayan árboles, algunos árboles eran tumbados para utilizarlos
como madera y otros no se los cortaba ya que servían
para el levantamiento de la casa. Para la
construcción se hacían
mingas se invitaba
a personas mayores
quienes ayudaban en la construcción; y de igual forma se
invitaba a los jóvenes, ellos en cambio eran los encargados de cargar la
madera y la paja.
La guerra
Era un elemento de gran importancia dentro de la cultura Shuar pues era considerado un acto ritual, vigilado por la deidad Ayumpum, dios de la guerra; este elemento permitía al grupo vencedor adueñarse de los terrenos y mujeres del grupo vencido; la guerra finalizaba con el ritual de la tzantza, que consistía en la reducción de la cabeza del enemigo, pues según los Shuar es en la cabeza donde se concentra la vida material y espiritual de un ser humano y al adueñarse de esta se termina definitivamente con el enemigo.
La guerra es considerada como una actividad netamente
masculina; así mismo, las personas a
las que se les reducía la cabeza podían ser solo varones pues no se reducía la cabeza a cualquier persona sino solamente
a los jefes de una comunidad
o familia y este cargo lo pueden ostentar solo los varones. Las mujeres participaban solamente
al terminar la guerra, en el ritual de la tzantza.
En la actualidad esta actividad se encuentra totalmente extinguida, se considera que la última vez que se realizó una fue hace unos 50 años más o menos. Sin embargo se conoce a través de algunos medios de comunicación y también por los relatos de algunos mestizos de la zona de Palora que en la actualidad se practica la reducción de cabezas como un negocio.
Conocimiento y uso de la naturaleza
A los varones tradicionalmente les está permitido ejercer el trabajo del shamanismo, en la cultura Shuar es el shaman quien recibe los poderes de Arutam que le permite curar a sus pacientes de enfermedades que son mandadas por enemigos a través de flechas, es el shaman quien tiene el poder de sacar , estas flechas y curar, es también, el que realiza dirige los rituales: el de la serpiente, el de la cascada sagrada, la fiesta de la chonta y antiguamente era el que dirigía el ritual de la tsantsa; son ellos los que tienen el conocimiento de las propiedades de ciertas plantas alucinógenas y son ellos los que pueden administrarlas en los distintos actos rituales.
Elaboración de chicha
Conocimiento y transmisión de mitos
Tanto la madre como el padre transmiten los mitos a
sus hijos e hijas; para transmitirlos no existen personas
especializadas en la comunidad aunque se prefiere
que sean los abuelos en hacerlo ya que ellos son los que más conocimiento tienen acerca de estos, tanto varones como mujeres pueden conocer
los mitos de los distintos dioses sin tener prohibiciones de género, sin embargo como los distintos mitos se cuentan mientras se realizan
determinadas actividades
correspondientes a los roles, es por lo tanto que si se conocen más los mitos de
Nunkui por mujeres
y los de Shakaim por varones.
Baile y Canto
El baile –jantse- es una actividad en la que
participan ambos sexos. Los bailes
son controlados por los padres y los esposos. Un hombre para poder bailar con una mujer tiene que pedir permiso
ya sea al padre, o al hermano
mayor y de ser casada al
esposo. Mientras se baila se puede cantar. En ocasiones se hacen grupos de hombres y de mujeres y bailan un
grupo frente al otro, y al producirse esto
se hacen cantos en algunos casos estos son de amor “(…) con alusiones sexuales
(…)” (Bianchi, 1983: 80).
Nivel de organización patriarcal.
El hombre es mayor al de la mujer, puesto que, las actividades que realizan los hombres son más valoradas socialmente con respecto a las actividades llevadas a cabo por las mujeres. Sin embargo el status social no solamente se vincula con el género sino además está relacionado, por una parte, con la edad.
Nivel de prestigio y organización de las mujeres
Shuar dentro de su comunidad.
El prestigio que poseen las mujeres dentro de la
cultura Shuar es inferior al prestigio que alcanzan los hombres, esto se evidencia
en que las actividades realizadas por las mujeres si bien
tienen importancia dentro del diario vivir, no son tan valoradas como las actividades que realizan los hombres, y
como ya se digo esto le da mayor
poder al género masculino. “(…) El género femenino ha sido subrayado por los mismos etnógrafos como
altamente valorado y culturalmente importante,
especialmente en lo que respecta a la esfera de la magia y de la religión.” (Perruchon; 1997: 55). Empero, nosotros
hemos observado que el hombre también tiene un acceso a la magia
y a la religión evidenciado en sus relaciones con Arutam y el shamanismo principalmente; por lo que por esta relación femenina con lo sobrenatural no
se puede afirmar que exista una igualdad de
género.
CAPÌTULO III
LAS RELACIONES DE GÉNERO
Condición de la mujer en la cultura Shuar
Las actividades son realizadas por varones y la otra mitad es realizada por mujeres, casi todas las actividades femeninas tienen su símil o viceversa; por lo que se puede afirmar inicialmente que dentro de la cultura Shuar varones y mujeres tienen una importancia similar, pues las actividades realizadas son equitativas en número tanto para varones como para mujeres, esto permite que la estratificación de género dentro de los Shuar no sea tan marcada, pues al ser ambos géneros los que participan en proveer los alimentos les permite tener una importancia equitativa. La única actividad que no tiene un símil para las mujeres es la guerra, aunque en el momento de realizar el ritual de la tsantza ella también acompaña en el ritual a pesar de que su papel no sea protagónico.
Nivel de prestigio
de hombres y mujeres
Los trabajos que realizan y la frecuencia con que lo hace; sin embargo, esto no tiene correlación con el prestigio que tienen dentro de la comunidad, pues carecen de este y las actividades realizadas tales como los trabajos de la cocina, la huerta, la alfarería, etc. no les otorgan prestigio alguno dentro de su comunidad pues estas son actividades cotidianas cuya ejecución no es digna de felicitación o asombro puesto que cumplir con estas tareas es simplemente su obligación; es decir es un habitus, tampoco se reflexiona sobre la importancia que estas actividades tienen para mantener no solo la cultura tradicional sino la vida, pues las actividades a realizarse son en su mayoría para satisfacer necesidades vitales tales como alimentación, curación de enfermedades o cuidado de los hijos.
Nivel de organización patriarcal.
Dentro de la cultura Shuar el prestigio social que posee el hombre es mayor al de la mujer, puesto que, las actividades que realizan los hombres son más valoradas socialmente con respecto a las actividades llevadas a cabo por las mujeres. Sin embargo el status social no solamente se vincula con el género sino además está relacionado, por una parte, con la edad.
Así mismo se puede decir que en la cultura Shuar existe una complementariedad entre las tareas que realizan hombres y mujeres, dicha complementariedad se evidencia en las tareas que ya hemos analizado, por ejemplo si la mujer es quien elabora los alimentos la contraparte masculina sería el hecho de ir de cacería.
Conclusiones
A nivel general
podemos decir que la cultura
Shuar se ha visto sumergida en un proceso de globalización,
en la que la cultura colona-mestiza y a las misiones
religiosas han impuesto
cambios en su forma de vida a nivel general.
La forma tradicional en que la cultura Shuar ocupaba el espacio correspondía a la horticultura itinerante, organizada en pequeños núcleos
familiares dispersos; debido a la inserción de formas nuevas de vida la
forma de ocupar el espacio en la actualidad corresponde a una agricultura sedentaria, organizada en grupos denominados Centros Shuar.
La forma tradicional de organizar la familia en la cultura
Shuar corresponde a la familia
organizada bajo las leyes de la poliginia extendida y el sororato y levirato;
debido a la inserción de las misiones
religiosas esto ha cambiado
y, en la actualidad, la familia Shuar se organiza como la familia nuclear regida por las leyes de la monogamia, aunque hay casos cada vez más excepcionales de poliginia.
El habitus Shuar está construido principalmente por su tradición
oral, la cual dicta normas
que rigen su diario vivir; esto también se aplica a los roles de género que son establecidos siguiendo
el modelo que norman los arquetipos creados
por sus deidades, las mismas que imponen
los roles que varones y mujeres desempeñan
en la sociedad.
Sitios de interés.
https://wampiu13.blogspot.com/
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